El invierno es el momento de obtener mucho descanso, buenos alimentos, relajación y sueño para recuperarse.
De acuerdo con la filosofía china de los cinco elementos, el invierno está relacionado con el elemento agua. El agua es el medio esencial de tu cuerpo. Este líquido de vida es importante para diferentes funciones como la circulación de la sangre, que lleva calor y nutrición; el líquido linfático, que ayuda a procesar y eliminar los desperdicios y permite gestionar infecciones y otros agentes extraños; y para el flujo de la orina, la saliva, el sudor, las lágrimas y los líquidos sexuales.
Los órganos relacionados con el elemento agua y la estación invernal son la vejiga y los riñones, los cuales tratan el agua del cuerpo.
El clima asociado con el elemento agua es frío, y su dirección es el norte. Los riñones se nutren con el clima frío, pero la frialdad o humedad extrema puede afectarles. Mantente caliente y sec@, especialmente en invierno.
El sabor o gusto asociado con éste elemento es el salado.
El elemento agua puede estar relacionado con las emociones en general, pero el desequilibrio relacionado con el agua es el miedo. Este puede manifestarse en la forma de fobias específicas; como ansiedad general ante la vida; o como paranoia o negatividad, en la que siempre se espera lo peor. El miedo puede ser causa o consecuencia del desequilibrio del agua. Una enfermedad que afecte a la vejiga o a los riñones es capaz de generar un sentimiento de miedo; y el miedo mismo puede afectar a esos órganos, según dice el sistema chino.
Las orejas son el órgano sensorial asociado con el elemento agua, por lo que su sentido es el oído. Recuerda que el agua es el elemento receptivo, que escucha el sonido y está abierto a la entrada de energía. Es interesante que las orejas y riñones tengan una forma similar, como el embrión humano. El embrión, y más tarde el feto, crece en un medio acuoso, a través del cual viaja el sonido hasta sus orejas en desarrollo. Según la medicina china tradicional, los problemas de las orejas o de la audición pueden ser un reflejo de la desarmonía del elemento agua.
Cuando llega el invierno es preciso ajustar nuevamente la dieta; como el clima es más frío, necesitaras una dieta que produzca más calor. Los días son más breves y se tiende a realizar menos actividad física, consumiendo así menos calorías que durante el periodo más activo del verano. Si no quieres ganar demasiado peso, no incrementes mucho la ingestión de alimentos. Una dieta compuesta principalmente de carbohidratos y proteínas producirá el calor que necesitas, pero incluso con una actividad moderada es recomendable mantenerse en buena forma. Los ejercicios, los estiramientos que requieran mucha respiración te ayudarán a mantener tu energía en circulación.
La respiración profunda exige el uso de los músculos abdominales para expandir plenamente los pulmones, llenando la parte superior y la inferior. Una exhalación completa vacía los pulmones, al contraer los músculos abdominales. La respiración completa ejercita el diafragma, el musculo respiratorio que con su movimiento realiza un masaje orgánico. “La vida es la respiración, por eso el que respira a medias vive a medias”, dice un proverbio yogui *. Varías prácticas te ayudarán a conseguir buenos resultados: el yoga, el tai chi y el chi kung son algunas de ellas.
A través de mi experiencia, reconozco que la mejor forma de mantener el equilibrio y bienestar es viviendo conscientemente en cada estación y lo que nos trae: alimento, emociones, experiencias y su sentido energético más profundo. Todo ello genera una buena base no solamente en el presente sino también para la siguiente estación.
Una regulación energética estacional siempre viene bien, y si deseas iniciarte en la meditación y/o chi kung recuerda que cuentas conmigo para ello.
¡Un saludo desde Espacio Infinito! Jaime Montealegre Pérez
*La salud y las estaciones. Edit. Edaf. Madrid. Dr. Elson M. Haas.