ACUPUNTURA
Acupuntura es el término empleado en el Occidente- del latín acus (agujas) y punctura (pinchazo)
Para referirse al método terapéutico chino que busca restablecer y equilibrar el flujo energético del organismo mediante la estimulación con agujas de unos puntos en la piel. En China y Japón, donde es muy popular, esta terapia suele combinarse con la moxa, que viene del japonés mókusa o cono de Artemisia vulgaris empleado para estimular el punto con calor. Actualmente estos puntos se pueden estimular por otros medios, como electricidad, productos químicos, láser o imanes.
Para comprender la acupuntura es necesario acercarse antes al marco que la incluye, la rica medicina tradicional china, cuyos principios y leyes difieren radicalmente de los de la medicina occidental.
Según la sabiduría ancestral china, el cuerpo humano y todas sus funciones forman un microcosmos dentro del macrocosmos. En ese pequeño mundo del hombre obran las mismas fuerzas existentes en el universo y en la naturaleza, de las que mente, cuerpo y espíritu humanos no son sino manifestaciones.
Si se sigue esta medicina no es necesario llegar a la enfermedad: la percepción sutil de los síntomas permite prevenir antes de curar, pues todo está íntimamente relacionado, de modo que los síntomas son manifestaciones de un desequilibrio que la medicina tradicional china ayuda a reequilibrar.
Historia
Existen escritos de origen chino de más de dos mil años de antigüedad que dan fe de las propiedades curativas de la acupuntura.
Esta práctica fundamental de la medicina oriental nació en el fértil valle del rio Amarillo, en las costas septentrionales del mar de China, y desde allí se fue extendiendo hasta acabar en todo el continente asiático, pues en las épocas más remotas, los pueblos de los alrededores enviaban a China a sus estudiosos para aprender su medicina tradicional. Más allá de las fronteras del imperio chino, la acupuntura y moxa se desarrollaron principalmente en Japón y Corea, países donde se practica con algunas variaciones, como el shiatsu y la manopuntura.
Hacia el siglo XVII la acupuntura llegó a los confines de Eurasia y de África, para alcanzar por último Occidente a principios del siglo XVIII, gracias a los misioneros jesuitas y otros viajeros de aquella época. Henry Head, ya a finales del siglo XIX, fue el primer científico occidental que encontró claras correspondencias entre órganos internos y áreas de la piel: las denominadas zonas de Head. A partir de 1930 comenzó a difundirse, desde Francia, por toda Europa, pero con dificultad debido a las reticencias que despertó.
En los años setenta China revolucionó a la opinión pública mundial al anunciar que la acupuntura se utilizaba para la anestesia quirúrgica. En diciembre de 1979, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó la decisión de recomendar el tratamiento acupuntural en la curación de 43 enfermedades, entre ellas el resfriado, la amigdalitis aguda, la jaqueca, la neuralgia del trigémino, la ciática, los lumbagos, los tics, la gastritis aguda y crónica, el estreñimiento, la odontología, los dolores agudos y crónicos de origen reumático y las cefaleas.
Principios y leyes de la acupuntura
La acupuntura es, por tanto, es un arte de curar mediante la sabia colocación de agujas metálicas de acero inoxidable en algunos puntos claves del cuerpo humano. Lo esencial consiste en que este pinchazo no es, por supuesto, arbitrario, sino determinado por unas leyes vinculadas a las concepciones cosmogónicas chinas.
Bajo ellas subyacen conceptos fundamentales del pensamiento oriental, como la idea de globalidad (ningún fenómeno vital puede ser analizado fuera de su contexto orgánico y universal), la filosofía taoísta del yin y el yang (todo lo natural se comprende en dos partes opuestas, pero necesariamente complementaria, que se transforman y se incluyen naturalmente), la regla de los cinco elementos (la naturaleza está constituida por cinco sustancias: madera, fuego, tierra, metal y agua, que no deben ser consideradas como materia solamente, sino fuerzas o tendencias que mantienen un equilibrio dinámico entre ellas), la teoría de las vísceras (base de la organización vital del ser humano, cuyas repercusiones superan el cuadro de la fisiología, puesto que los órganos y las entrañas están en relación con los diferentes aspectos del psiquismo), el concepto de energía (fuerza unitaria que rige tanto el universo –macrocosmos-, como su reflejo, el hombre –microcosmos-, del que es una de sus sustancias básicas y del que determina toda enfermedad, pues ésta se basa en las relaciones de la energía sana, o zheng qi, con la patógena, o xie qi, de modo que si el organismo está fuerte y equilibrado, las energías patógenas no pueden penetrar con éxito en él) o la teoría de los meridianos, de la que ofrecemos a continuación un mayor detalle por su relación más directa con la técnica de la acupuntura.
Meridianos y ramificaciones
Según la medicina tradicional china, existen zonas cutáneas relacionadas con los principales elementos y funciones del organismo y por la cuales fluye la energía vital. Estas zonas están repartidas por el cuerpo humano siguiendo trazos lineales, llamados meridianos entre los occidentales y King entre los chinos, que son como hilos de seda, invisibles sobre cuyo recorrido es posible aplicar agujas para recuperar el equilibrio armónico de la energía que caracteriza a las personas sanas.
Los doce meridianos principales corresponden a los órganos y entrañas, llevando su nombre. Éstos constituyen la vía principal de la circulación de sangre y energía. También son los meridianos más utilizados para el tratamiento.
Se distribuyen por todo el cuerpo. Los meridianos tienen un papel de comunicación entre la superficie y la profundidad y entre los órganos y las entrañas, y al asegurar la regulación de los excesos y de las insuficiencias, permiten el mantenimiento del equilibrio energético de todo el organismo.
Aplicaciones terapéuticas
La técnica de la acupuntura se aplica en Oriente a un gran número de enfermedades internas y externas, orgánicas y funcionales, que resulta imposible enumerar, y casi siempre con un efecto rápido y duradero; pero incluso en Occidente, donde predomina la medicina alopática, es cada vez más apreciada su efectividad como analgésico, anestésico y antiespasmódico, así como regulador y equilibrador del sistema nervioso central, periférico y neurovegetativo.
Entre sus ventajas están la naturalidad, la sencillez y la facilidad de aplicación en cualquier situación, que la hace muy útil ante urgencias o en lugares carentes de una infraestructura sanitaria mínima. Además, la aplicación de las agujas es indolora y segura, pues si es aplicada por manos expertas, no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios. Tampoco produce efecto placebo, como muchos especialistas han querido alegar; y se tienen evidencias sobradas de su eficacia.
Las agujas filiformes
Normalmente son de acero inoxidable, aunque a veces son de plata, oro o aleaciones. Las hay de diferentes longitudes y diámetro. El método de punción y la profundidad varía según el punto o según se quiera tonificar, regular o dispersar. Después de introducir la aguja se efectúan ciertas manipulaciones para que el paciente tenga una reacción: es lo que se llama manipular la aguja.
Las agujas suelen estar puestas de 10 a 20 minutos, según el caso.
Otros métodos de tratamiento
Existen varias maneras de aplicar la acupuntura. Aunque las más comunes son la punción con agujas filiformes y la moxibustión con la que suele combinarse, lo cierto es que los principios que encierra el arte de la acupuntura no se concretan sólo en estos dos métodos tradicionales por ejemplo:
-Las agujas calientes.
-La acupuntura intradermal y subcutánea
-La terapia de acupuntura cutánea.
-La electroacupuntura.
-La digitopuntura.
-Las ventosas.
-La inyectopuntura.
-La laserpuntura.
-La magnetopuntura.
-La craneopuntura.
-La cromopuntura.
-La anestesia acupuntural.